Dylan A. Northwood

Nada en este mundo es p e r f e c t o ..

Lo más seguro dé la fachada de ser un hombre serio y completamente arrogante. Tal vez aparenta ser alguien egocéntrico y del cual no todos están aptos para hablarle. Pero realmente el rubio es algo diferente. Si es serio, la vida le ah dado momentos de los cuales lo impulsan a ser así. Más su parte egocéntrico tiende a salir cuando la barrera de defensa crece a su alrededor. Siendo una persona constantemente sarcástica e irónica. Una actitud que ha tenido desde siempre, pues es una gran manera de llevar los problemas a un modo relajado. Sin embargo suele ser de esa manera con los desconocidos o aquellos que apenas comienza a conocer. Manteniéndose la mayoría del tiempo reservado a sus asuntos. Aún con aquellos que considera sus 'amigos', muy pocos de echo. Pero ante toda actitud negativa y ajena no es un chico del cual se pueda decir que es completamente antisocial -incluso cuando su primera impresión sea esa-. Con aquellos y los que no considera cercanos, logra mantener una buena conversación siempre y cuando no tenga nada que ver con su vida. De esta no hay por qué enterarse nadie.

Todo aquel que caiga en su lista negra o en mejores palabras en sus 'enemigos'. Los intenta mantener a un espacio prudente, sin excesos. Manteniendo con ellos una actitud distante y poco sutil, importándole muy poco que tan bien piensen de él. Siendo a veces hiriente, pero este tipo de actitud o pensamiento le importa muy poco. Para él las personas que no valen importancia en su vida se quedan en ello. 'Sin importancia'. Pero como toda actitud represiva, todo viene con alguna consecuencia. Esta actitud autodefensiva y contrariada, suele ocurrir ante las personas que le causan frustración. Aunque es un ser inteligente, analítico y intensamente observador, habilidades que ha desarrollado eficientemente con el tiempo. Lamentablemente para el rubio, cuando la frustración llega a él suele bloquearse y encerrarse en él mismo. Una gran debilidad de la cual aún no ah logrado inhabilitar y superarla.

Pero este chico inseguro y frustrante, nunca le ah temido al amor. Todo lo contrario había creído en el de manera casi por completo. Sin embargo, los golpes de la vida lo han llevado a encerrarse sobre este tema y huirle a tal sentimiento que alguna vez sintió y disfrutó. Desde su gran pérdida Dyl no ah encontrado motivos para volver a caer en las flechas de cupido. Alejándose de este sentimiento y sin muchas ganas de volver a él. El joven chico se mantiene ajeno e insensible sobre este tema. Tomando los momentos para 'divertirse', palabra que utiliza más como escusa para no explicar realmente lo que por su mente y corazón pasa. Para el chico, un nuevo amor le causa cierto temor a una nueva pérdida y tal vez más. Lamentablemente los traumas del pasado y los que vive diariamente, lo hacen ser una persona ajena a todo sentimiento y completamente inaccesible. Un error de su parte. Uno del que lucha diario por arreglar y aún no logra superar.

Si empezamos desde el momento del nacimiento de cada persona. El de Dyl pasó una fresca tarde primavera de la cual todos en aquel cuarto de hospital se respingaban de felicidad ante el primer heredero de la familia. Una calurosa bienvenida le fue otorgada a aquel niño que nunca pasó por su mente lo próximo. Tal vez firmando su acta de vida sin tan siquiera saberlo. ¿Que decir? No cree en el destino. Pero durante sus primero años de vida y unos cuantos más vivió felizmente y aprendió muchas cosas más. Volviéndose a base de los años en el hombre del bien que sus padres observaban y deseaban que fuera. A los 16 años conoció a la chica que consideró el amor de su vida. Teniendo aún el gran problema de la infección a flor de piel en el mundo, aquello le pareció menos importante y de poca atención. Un error del cual aún se arrepiente. A los 18 años se casó con la joven ante la presión que padres ejercían temerosos de que alguno de los dos jóvenes terminaran en manos de aquella infección desconocida, los hicieron mudarse a las islas Vírgenes. Lugar donde pensaron que estaba ex centro a aquel mal. Pero solo bastaron unos años de vivir allí cuando Amanda, terminó contagiada y aquello fue devastador para todos. Incluso para el joven esposo que nunca pensó que aquella enfermedad iba a correr por su familia.

Un año después de luchar contra aquella enfermedad, en un día caluroso de verano Dylan volvió del trabajo como normalmente hacía. Pero nadie le aviso del accidente que había ocurrido y del cual se tuvo que enfrentar a flor de piel. Una casa completamente carbonizada por las llamas ya extintas y de su esposa solo el recuerdo y el colgante que siempre portaba. Dándola todos por muerta, aún después que su cuerpo no fue encontrado. Volviendo a su lugar de nacimiento, Dyl ya estaba solo. Ambos padres muertos de vejes y sin una esposa. Tomando el dinero del cual heredó y con una hermana que hacía con la tía viviendo. Mandó parte de este hacia ellas y se mudo finalmente al pequeño pueblo. Del cual prefiere pasar desapercibido a que su vida pasada lo vuelva a llamar y hacerlo recordar cada momento indeseable. Llevando ya 2 años de residente, ejecutando apenas su trabajo y a lo que estudió; ser Veterinario. Tal vez después de todo, este sea el mejor lugar para terminar.