Samael A. Morgan

por **Samael A. Morgan** Lun Jun 27, 2011 3:26 am

Nombre completo: Samael Arthur Morgan, aunque la mayoría de sus feligreses se limitan a llamarle "Padre" pero a otros les resulta demasiado extraño debido a su juventud.

Edad: 27

Nacionalidad: Alberta, Canadá

Grupo: Humanos

Ocupación: Párroco de la iglesia

Orientación sexual: Asexual

Descripción Psicológica: Samael llegó al pueblo lleno de entusiasmo y buenos propósitos, dispuesto a darlo todo y a esforzarse por mejorar la vida de los feligreses que desde ese momento estarían a su cargo. Al pasar de los meses se dio cuenta que cambiar las rutinas y maneras de pensar de la mayoría de habitantes del pueblo sería imposible pero eso no ha logrado que su espíritu se doblegue lo más mínimo y sigue tan dispuesto como el primer día a tender la mano a cualquiera que la necesite y quiera aceptarla, sea creyente o no.

Cómo es de imaginar, Sam es un devoto sabedor y seguidor de la palabra de Dios y de la biblia. Puede recitar pasajes y versículos completos de memoria y de hecho es una práctica relativamente habitual en él cuando quiere poner ejemplos o hacer comparaciones aunque procura contenerse en presencia de los no-creyentes para no resultar molesto o fuera de lugar.

Paciente y afable hasta límites que rozan lo surrealista. Es muy difícil conseguir enfadarle de verdad, o al menos que dé muestras de ello, siempre tiene una palabra amable y una sonrisa apaciguadora para todo el mundo. Probablemente por dicha actitud sea el único capaz de calmar, al menos temporalmente, a Vannes, así como de soportar sus continúas extrañezas y desapariciones nocturnas.

A pesar de que suele tenerse la imagen preestablecida de que un párroco es por obligación mayor y un tanto anticuado en sus ideales Samael siempre ha dejado claro que no entra en absoluto dentro de esos "clichés". Aunque los más tradicionales le miran algo mal y no parecen convencidos de que su actitud sea la más adecuada él se limita a hacer oídos sordos de todos esos comentarios. Su indumentaria "oficial" y oscura suele estar combinada con prendas actuales de cuero o tejanos y por si eso no fuera poco alguna vez se le ha visto prescindir del alzacuellos al pasearse por el pueblo (no es muy habitual pero las pocas veces que lo ha hecho ha generado multitud de rumores al respecto). Además de esto el párroco de Homer está al corriente de muchas cosas, no sólo de su propia misa o las confesiones de sus feligreses, así que puede entablarse una conversación con él casi de cualquier tema, el problema es que la mayoría de personas no se sienten muy cómodas al lado de alguien con alzacuellos.

A pesar de todo lo mencionado anteriormente debe tenerse cuidado con la cara oculta de la luna. Sí, sin duda alguna es complicado y difícil llegar a colmar la paciencia del padre Morgan pero ojo, si lo consigues te encontrarás con una parte de él que a la mayoría no gustaría. Hiriente, sarcástico, mordaz e incluso cruel, si se llega al caso. ¿Acaso no poseemos todos un lado oscuro y salvaje que esconder?

Historia: Samael creció sin conocer otro mundo que no fuera el católico-cristiano, pues sus progenitores eran fervientes creyentes de las Santas Escrituras y todo lo que en ellas constaba. Por suerte o por desgracia el pequeño Sam no llegó a cuestionarse demasiado la veracidad de esas palabras, era demasiado pequeño como para llevar la contraria a sus adultos así que sencillamente asimiló la información y cada uno de los "rituales" y tradiciones de manera natural y cotidiana. Lo cierto es que enseguida destacó por ser capaz de memorizar versículos y pasajes enteros del libro sagrado sin demasiadas dificultades. Sus padres empezaron a ver en él un pequeño milagro andante aunque de no haber sido tan limitados a la religión es probable que el futuro de Samael hubiera sido totalmente distinto.

Tras graduarse en el instituto con buenas calificaciones, sus padres tuvieron claro que el destino de su hijo debía ser promulgar la palabra de Dios aunque él no lo tenía tan claro, todavía tenía sus dudas. Creía en Dios y todas sus enseñanzas pero no estaba seguro de ser el idóneo para desempeñar el papel de guía y párroco de otras personas, todavía le quedaba demasiada vida por recorrer y descubrir, demasiadas cosas a las que renunciar y sacrificar si optaba por la vía del sacerdocio. Fue por ese mismo motivo, las dudas, que sus padres convencieron a una de las pocas chicas que conseguía atraer a su hijo. Ellos lo sabían y tras largas charlas con los padres de la joven, algunas promesas y algo de dinero la muchacha se prestó a ganarse la confianza y el amor de Sam para después, sencillamente, romperle el corazón de manera contundente y cruel. Fue así como sus padres le convencieron, sin que él lo haya sabido nunca, de que estaba "destinado" a ser párroco.

Tres años después ya estaba abandonando la diócesis y unos meses más tarde se le ofreció su primera oportunidad como sustituto en un pequeño y remoto pueblo de Alaska llamado Homer. No se puede decir que le recibieran con los brazos demasiado abiertos, sobretodo debido al claro contraste que ofrecía con el anterior y tradicional párroco, pero poco a poco consiguió hacerse un hueco en la confianza de la mayoría de feligreses gracias a su buena voluntad y el esfuerzo diario.

Fue tras su primer año cuando aceptó a Vannes en el seno de su propio edificio sagrado, pues él fue el único dispuesto a ofrecerle asilo. La relación con el joven es un poco extraña y sabe que resulta escalofriante a muchos de los habitantes del pueblo pero el caso es que con él se comporta bastante bien, a pesar de sus rarezas, así que mientras no se demuestre con pruebas que merece ser rechazado Vannes seguirá bajo su techo y protección.

Familiares: Sus padres, Emma y Thomas, criaron a su hijo desde pequeño basándole en la fe cristiana y todas sus enseñanzas se establecieron en colegios católicos. Por tanto la palabra de Dios y todo lo que ello contrae fue algo natural para Sam desde su más tierna infancia. A pesar de que ambos fueron un tanto estrictos y le presionaron para aceptar sus propios votos, Samael se lleva bien con ambos y sigue manteniendo conversaciones telefónicas con ellos. De vez en cuando también pasa a visitarles a su ciudad natal, Alberta (Canadá).

Su abuelo, Gabriel, fue el que inculcó en Samael el placer por la música y por no renunciar al "mundo exterior", pues no todo termina en la iglesia, según él. Insistió mucho para que su nieto no se mudara a Homer pero dado que no fue capaz de razonar un motivo coherente para ello (sólo defendía que su instinto le aseguraba que no debía ir) Sam tuvo que tomar su propia decisión y desoír sus consejos por esta vez.

Gustos:

Le gusta escuchar y ayudar a los demás, la verdad es que se le da bien.
La música en cualquiera de sus vertientes, aunque considera que algunas letras no son apropiadas.
La tranquilidad, el silencio y la introspección.
La naturaleza y su pureza.

Odios:

Los prejuicios.
La maldad, la ira, la violencia y cualquier tipo de comportamiento agresivo innecesario.
Detesta cuando un feligrés acude a él en busca de auxilio y no puede hacer nada por ayudarle.
La intolerancia y la falta de respeto general de los no-creyentes.
No le gusta pasear por el pueblo y que la gente se calle de repente o se quede mirándole fijamente cuando pasa.

Fobias:

Teme que la extraña e incurable "enfermedad de las pesadillas" se propague por el pueblo como una plaga imparable.
Belonefobia: dolencia causada por un miedo incontrolable e irracional hacia los objetos punzocortantes, tales como agujas, alfileres, cuchillos, navajas, sierras, jeringas, etc, que puedan causar heridas con sangre.

Otros:

Llegó para substituir al padre Jefferson hace 5 años pero no parece que el antiguo párroco esté dispuesto a volver al pueblo.
Sabe hablar y escribir en latín.

por **Samael A. Morgan** Lun Jun 27, 2011 5:10 am

Finalizada

por **Joseph A. Fletcher** Lun Jun 27, 2011 6:00 am

Ficha aceptada.
Ahora mismo te otorgo rango y color.

por Contenido patrocinado

Samael A. Morgan

Samael A. Morgan

Re: Samael A. Morgan

Re: Samael A. Morgan

Re: Samael A. Morgan