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Melanie Sullivan
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:: Documentación :: Expedientes
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Melanie Sullivan
Nombre completo: Melanie Kim Sullivan Denver.
Edad: 17 años.
Nacionalidad: Americana.
Grupo: Humano.
Ocupación: Estudiante de bachiller y camarera en los ratos libres.
Orientación sexual: Heterosexual.
Descripción Psicológica:
—¿Qué ocurrió después de enviar la carta?
—Mandé una carta endemoniada. Fue abrir la caja de Pandora.
—¡Anda ya! Si en el caso de que no hubieses contactado con ella, no estarías de pie.
—De pie está mi cuerpo.
La sociedad nunca dejará de encasillarla por su aspecto en vulnerable. Una muñequita de porcelana que avisa en ser rota en mil pedazos en un santiamén. Melanie, es la muñeca del mejor coleccionista y el héroe ilustre que posa en cada escaparate. Tiene una asombrosa mezcla de ambas cosas, sabiéndolas manejar con una sonrisa que promete la luna y que en realidad, quería admitir la derrota. En el mundo de los hospicios poco es de esperar encontrar una mentalidad arraigada en su familia, aquella que aún le desconcierta. Cuando un niño daba un paso como primer aprendizaje, ella se concentraba en escudarse y protegerse las espaldas por sí misma. Los pasos, tropezó. Con la astucia y prevención incrustadas en su mente no hizo falta caer para aceptar los fallos, es más, ella misma entrevía la consecuente acción. No era algo que necesitase brío en evitar. Para Melanie siempre será por el resto de sus días una persona —aparentemente— que se ha dejado manipular, mal influenciar, manejar por otros más grandes y avariciosos que ella. Mientras que el mecanismo de auto-protección se enchufa, barajando una gran jugada que podría salvarle la vida. Mentalmente. En resumidas cuentas; una abrumadora inteligencia camuflada en un aspecto que deja ser juzgado y quizás tentado. Pero, cuando creas que vas a cantar victoria te darás cuenta que alguien se ha desatado de tu juego. En silencio, inexpresiva, con los mismos ojos que distan mucho de la realidad. Ahí está, Mel, quién teje su protección a base de perseverancia. El cerebrito que todo padre desearía tener en casa, se postra ante la humanidad vestido el intelectual en apariencias angelicales. Sencillamente, la combinación de una vida apagada y la llama incandescente.
¿Cómo traducirías el lema ''Las apariencias engañan'' con una muchacha que en el momento de sacar sus uñas lo hace de forma inusual? porque, prácticamente es imposible adivinar como saltará. Ni como te abofeteará la cara pero en un comentario mordaz. Ni mucho menos entender el por qué prefiere estar condenada a un silencio que a un bullicio incesante. Ya en su día tras la mala experiencia que tuvo con la pareja que la adoptaron aceptó que el gritar en torno a un mundo hipócrita no sirve de nada, es inútil e innecesario. Tampoco llorar por una injusticia, es mejor sacar tu modo justiciero y resguardar las injusticias a capa y espada. Así, basándose en la práctica, entendió muchas cosas.
Melanie no expresa sentimientos por el mero motivo de qué no sabe clasificarlos. Es novata en este campo y experta en muchos otros de diferente calibre. Suele describirlos como los colores, según el agarre y la fuerza que tomen, los estremecimientos que provoquen, las ganas locas de abrazar a un ser amado. Aquellas emociones que escribe en su cuaderno y espera como buena científica que un día quiere ser, hallar las respuestas. Saber de dónde provienen y como medirlas según su malicia. Escritos que nadie leerá. Jamás de los jamases. Pobre niña que desconoce el interior.
—¡Estás en una discoteca! Parece como si nunca hubieras pisado una.
—Tienes razón.
—¿En qué?
—Estoy en una discoteca.
Escueta en algunas frases que impide demostrar del todo su entusiasmo por el mundo. Rozará el borde de desquiciante cuando mire fijamente a un punto en concreto y después pregunte que se ha perdido. Lapsus como los de ayer, torpezas como rodar por las escaleras al girar la cabeza por curiosidad. Tópicos en ella. Deberás saber que al prototipo de adolescente con las hormonas revolucionarias sonríen al sentirse el ombligo del mundo está fuera de lugar, en cambio, podrás llamarla de todas las formas posibles pero no le nace de dentro ajustarse a estas pautas. Amante de la discreción junto a una atención inaudita que desea desnudar al mundo en la búsqueda de cualquier resquicio de antaño. Más introvertida que extrovertida. Ética en sus ideales, de las que por mucha tempestad que acontezca el destino, existe un todopoderoso capaz de filtrar luz por mínima que sea. ¿Te estás aburriendo mucho verdad? Pensarás que será mejor hacerla cambiar ahora que es joven y puede disfrutar de una vida deliberadamente y dejar atrás la extraña perspectiva de vida que tiene. Siento defraudarte, Mel a pesar de rendirse en modificar su carácter, acaban todos frustrados.
Como siempre, al pie del cañón está aquella mirada racional e irresistible. Promesas de muchas promesas. Juegos de muchos juegos. Tácticas de muchas tácticas. El punto de mira de interesados. Sueños de un amanecer cálido. Sí, también para colmo es creativa y fantasiosa. ¿Un consejo? que pretendas a verla por lo que es, olvidándote de los sermones y la habladuría ya que detrás de una lengua viperina se esconde una brillante mente. Una bomba de relojería que parece existir pero está en duda.
Historia:
La historia de Melanie remonta en un romance como en cualquier otro pueblo pueda prevalecer. Solo que fue un romance con tanta chispa que culminó en el alumbramiento de un bebé. Jane esa noche de días de fiesta, iba vestida como una Diosa y Stuart quedó prendado de ella. Como siempre. Ambos, a las largas de la noche extasiados por unas copas de más se les fue la racionalidad al cielo y perdieron la noción del tiempo. Hasta en los sospechosos síntomas que sufría Jane. Embarazada, siendo una niña. Imposible pero posible. Costó demasiado en sacar de su barriga a aquel ser que miraba al mundo con dos ojos esmeraldas bien abiertos. La llamaron Melanie y eso fue lo último que hicieron juntos, puesto que el padre se perdió de la vista de la madre y la niña Sullivan. Una madre con miedo y aún con el abandono en el corazón, dio a adoptar a Mel condenandola de manera inconsciente a pasar media vida en los orfanatos. Melanie pasó sus primeros años de vida de orfanato en orfanato hasta que una familia la adoptó. Una familia nefasta, perfecta pareja de casados cara al público, pero abominables padres de puertas en adentro. Eran el terror dentro y la felicidad fuera. Evitaba cualquier roce con ellos. Daban respeto por la violencia que impartía algunas veces el cólerico señor Smith y como la mujer comenzaba a desatar una contienda. La primera vez y la última vez que se entrometió la chica fue el preguntar el motivo de su enfado, después se limitó a encerrarse en el cuarto tras venir del colegio, hacerse la sorda y inventar historias en el cuaderno. Cuando la realidad estaba sacudiendo las paredes de su estable refugio. Aunque, la utopía parecía ser más inalcanzable con pequeños detalles creía que vivía en un cuento de hadas, con sus propios protagonistas y antagonistas; los seres buenos y los ogros, respectivamente.
''¿Dónde está mi madre?'' La pregunta que cuestionaba todos los días a sus padres adoptivos y ellos en vez de abrazarla o consolarla, decidían carcajearse y responder: ''Está en un mundo paralelo y lejano al tuyo, pequeña inocente''
A los quince años se escapó de casa y estuvo eludiendo a la asistenta social durante dos años enteros, viviendo en casas de amigos y mudándose cada cierto tiempo. Mel tuvo bastante mala fama entre los asistentes sociales; le adjudicaron la etiqueta de muchachita rebelde y problemática, cuando probablemente es precisamente todo lo contrario. Mel es una chica discreta, atenta, prudente y sumamente inteligente. A los diecisiete la volvieron a capturar, pero la anterior familia se negó a hacerse cargo de ella, de modo que debían buscarle una nueva para el escaso año que le quedaba antes de cumplir la mayoría de edad. Fue entonces cuando dieron con Ben, el esposo de la difunta madre de Mel; es decir, lo más parecido a una familia que le quedaba. Tras encontrarlo, sucedió una tragedia irreparable. La muchacha se había enterado al buscar sus mismos apellidos por la red y gracias a una maña que vivía una tal Jane. Al tener más datos sobre ella tuvo un presentimiento. Su primer arrebato sucedió en escribirle que deseaba contactar con ella, que estaba sola en estos momentos y le gustaría conocerla lo antes posible. Desgraciadamente, su madre al empezar a enloquecer creyéndo que tenía a una hija muerta se dio ella misma la muerte y el fin de sus vidas. Condenando a Benjamin y a su propia hija, quién no conoció cuando tocaba las puertas de la madurez. Solo le pudo quedar el recuerdo de un bebé precioso con dos órbes verdes.
Cuando supo que debía trasladarse a Alaska, a vivir bajo el cuidado del que un día fue el esposo de su madre biológica, Mel mostró buena predisposición y una mente abierta. Lo que no esperó era que su llegada fuera recibida con tan malos modos. En la cabaña del guardabosques se respira un aire que podría fácilmente ser cortado con un cuchillo. Y, Melanie sigue en sus treces de algún día comprender a Ben.
Familiares:
Jane Fiona Sullivan : Madre. Fallecida tras leer de sus propios ojos la carta de una hija que creía ''muerta''. Casada con Benjamin y embarazada de ocho meses antes de morir. Dió a la pequeña en adopción por motivos obvios, tenía catorce años y aquello era un imposible.
Stuart Green Ohio : Padre. Nunca lo vió y piensa que tampoco lo verá a no ser que él mismo la reconozca a ella. El partícipe de un romance muy muy prematuro que hizo engendrar a Melanie.
Benjamin Roger Crossman : Su tutor hasta no cumplir la mayoría de edad y además el marido de su madre. Melanie conoció a Ben por los asuntos sociales y tuvo un gran entusiasmo en conocerlo y conocer por mínimo que fuese la vida de su madre. Él se encargó de frenar radicalmente cualquier ''entusiasmo'' Aún sigue sin saber como tratarlo hasta incluso, tiene miedo en hablarle por las miradas que le echa día a día.
Señor y Señora Smith: Poco hay que decir. La pareja nefasta que se hicieron cargo de la muchacha. Al escaparse esta y al volver no quisieron volver a aceptarla.
Enfermedades: Ataques de histeria por el fuego. Le miente a Ben y dice que es por un mal episodio que tuvo al casi encendiar por accidente la cocina de sus anteriores padres adoptivos, aunque realmente el motivo es por los alaridos que imaginó que daría su madre al suicidarse. Tiene un excesivo miedo a las cosas calientes y las evita a toda costa.
Gustos:
~La música de los 80's.
~Leer libros medievales y de época.
~Siempre tener a mano su cuaderno para escribir.
~Sentirse alguien en el campo de los estudios. Es una chica excelente.
~Levantarse a media noche y sentarse en el porche de su casa. Simplemente a reflexionar.
~Un día rutinario, monótono.
Odios:
~Las miradas que Ben le envia. Las detesta pero no omite ninguna queja.
~El verano, ya se dice en enfermedades, que odia cualquier contacto caliente.
~Ser un estorbo en lo relacionado con los vínculos amorosos.
~Leer la decepción en los rostros cuando algo hace mal.
~Enviar aquella maldita carta. Ójala pudiese cambiar aquello.
Fobias:
Ver a una madre con una niña pequeña a su lado, agarrada de la mano. Es algo que por mil veces que le suceda a diario y quiera olvidar no puede hacerse dejar de imaginar que aquellas dos personas felices, podrían haber sido su madre y ella.
Otros:
~Nunca olvidará el día que los asistentes sociales le anunciaron la inesperada muerte de su madre; fue el primer día que lloró y hasta notó que en sus lágrimas derramaba sangre. Sangre de amor y de infinita aflicción.
~Desde lo sucedido, a media noche sale de la cama y se encierra en el cuarto de baño a llorar con el silencio. Es una cosa inevitable.
~No sabe como tratar a Benjamin pero en algunos momentos ha deseado acercarse tanto a él que ha tenido que frenar esos impulsos de una manera fuerte. Entrar por su casa cada día es palpar en el umbral del hogar: tu has traido la desgracia.
~Tiene un inmejorable léxico de vocabulario. Y una imaginación que a muchos les gustaría tener, solo que nunca se exhibe al público y la humanidad se está perdiendo a una grande pensadora.
Melanie Sullivan- Humano
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Re: Melanie Sullivan
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Melanie Sullivan- Humano
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Re: Melanie Sullivan
Aceptada. Ahora te doy color y rango.
Virginia A. Hadler- Humano
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