Jade Dawn Hellmuth

Nombre completo: Jade Dawn Hellmuth

Edad: 25 años

Nacionalidad: Homer - Alaska

Grupo: Infectos

Ocupación: Bibliotecaria

Orientación sexual:Heterosexual



Descripción Psicológica :
-¿Me ayudarías?
-¿Cómo? – Preguntó la muchacha.
-Déjame mirarte.

¿Alguna vez has creído conocer a una persona con tan solo mirarla? Si no te ha pasado, prepárate, porque será entonces la primera vez que sientas algo así. Es que con tan solo pasar a su lado, crees ver en sus ojos toda su historia. Todos sus sentimientos, amores, dolores, odios y alegrías. Sentirás unas inmensas ganas de protegerla y decirle que todo irá bien, aunque afuera el mundo se venga abajo. Ella sacará de ti el mejor lado, el mas tierno y vulnerable. Con ella sentirás que puedes lograrlo todo, ella alentará tu locura, te tendrá en la palma de sus manos sin siquiera proponérselo. Porque puede ser tan dulce como la miel, tan buena como un pequeño cachorro, tan inocente que pensarás que es un chiste, y que personas como ella no debería existir, pero si las existen. En sus ojos se esconde la verdad. O al menos eso parece. Se esconde, lejos, muy lejos de lo que puedes encontrarte a simple vista. Intenta si quieres, develar los misterios que la envuelven. Prueba desenredar la maraña de pensamientos que pasan por su mente. Es difícil, y algunos dirían que hasta imposible, pero no, no lo es. Esos ojos dicen más de lo que deberían decir. Hablan en secreto, lloran lágrimas invisibles, gritan. Creerás verte reflejados en ellos como nunca ante lo has hecho. Sentirás que todo cobra sentido aunque sea por unos pequeños segundos. Hasta que pestañee y siga su curso como siempre lo ha hecho. Jade ha crecido en Homer. Es la vecina de al lado que todo el mundo conoce. De quien hablan por sus movimientos revolucionarios, ideas extrañas y estrafalarias. Es como un pequeño rayo de luz, en días obscuros, entre las sombras. Es la de risa fácil, infantil, la de sueños rotos, y pesadillas recurrentes. La que quiere pero no puede, la que necesita pero se rehúsa a aceptarlo. Jade, que aun con tantas palabras, resulta difícil encasillarla.

Una aventurera frustrada, se refugia entre los libros que ama y con ellos viaja a dimensiones desconocidas. Escapando de una realidad que cada vez la atrapa en una red agonizante. Son duras las pruebas a las que es sometida, pero se muestra fuerte ante todo. A pesar de las dificultades, está allí parándose ante la adversidad. Mírala y aunque no lo parezca, podrá soportar grandes problemas con la mayor de las paciencias ¿Podrá? Veremos.. Sus conceptos sobre la lealtad son amplios y firmes. Es leal como nadie, y espera que el resto, sea así con ella. Ayúdala una vez y ella estará allí por ti las veces que sean necesarias. Jade resulta ser de ese tipo de personas que ya no abundan, y que si las encuentras, mejor te aferras a ellas, porque serán tu agarre en los tiempos de huracán. Será la amiga, la hermana, lo que necesites que sea. Pero no te atrevas a tomarla por tonta, Jade no se dejará estar y defenderá lo que cree correcto con uña y fuerza. ¿El amor? Está allí. Lo respira, lo ve y siente. Pero aun así, no cree en el. Claro que lo ha leído, y que entre sus lecturas, las de romance ganan en mayoría. Es de otro mundo, en Homer no ha visto la clase de amor que ella anhela. Que desea con todas sus fuerzas, aunque lo niegue, y diga que es imposible.

Sin embargo, su apariencia inocente, sus juegos infantiles, sus palabras honestas y sinceras, no son más que una triste fachada para lo que se encuentra dentro. En su alma y mente, se esconden las penas que no desea mostrar al resto. En su corazón se escucha el llanto que ahoga por las noches, y los gritos que no larga para no causar más problemas a su familia. Ahogada por la presión que ella misma se coloca. Temerosa de lo que ocurre con su vida, cuerpo y sentimientos. Guardados bajo llave, todos esos pensamientos y palabras de angustia. Tiene miedo, y lo esconde. Esconde todo aquello que pueda llegar a preocupar al resto. ¿Qué razones tiene para sentirse así? ¿Qué es lo que la ha llevado a tales extremos? Pues la enfermedad que posee, y el sentimiento de que La parca está más cerca que nunca. El incansable tic tac del reloj que anuncia la llegada de su locura y el dilema de seguir en la lucha, o rendirse a las frías manos de la noche y las sombras. Cosas que no podrías saber a menos que te acerques a ella, te abras a su vida y la salves de su propia destrucción.

De esas historias que quedan grabadas en la mente venimos a hablar. De esos pasados no turbios, sino complicados, que uno quizás prefiere olvidar, o sustituir por otro. Esa es la vida de esta muchacha. Pero no empieza con el típico nació en una familia acomodada, porque ella no fue primogénita. Sus padres, Marie Anne Delawere, yPaul Hellmuth, se conocieron luego de un cumpleaños de un amigo en común. Enamorándose como se puede decir a primera vista. Paul era un militar, un tanto trastornado por las ansias de una guerra que nunca llegó, y Marie Anne, en cambio, era dueña de una pequeña panadería. Ambos, tuvieron uno de esos lindos matrimonios, donde los hijos son lo primero.

Así nació Charles Delawere Hellmuth. El primer hombrecito de la familia, el típico niño travieso que da tremendos dolores de cabeza a su familia. Pero en el fondo era bueno, solo que le gustaba molestar a los vecinos, y hacer travesuras al derecho y al revés. Tres años después, nació ella, Jade. Una niña dulce que sonreía a cualquiera que le pasase al lado, y que no tenía problema alguno a la hora de comer las horribles verduras que tanto detestaba. Eran niños felices, con sus disputas, pero quien no las tiene. Parecían salidos de un comercial de alguna bebida gaseosa. Y claro, todo lo que empieza bien, termina mal, o algo por el estilo.

Cuando Jade cumplió los catorce años, sus padres comentaron que tenían una sorpresa para la familia, y comunicaron que Marie Anne estaba embarazada. Era toda una revolución, puesto que todos temían por la salud de la madre, pero esta se mostraba feliz, entonces nadie dijo absolutamente nada sobre el tema de la edad y la maternidad. Charles, era un adolescente alocado, se iba de casa sin avisar, volviendo a tardes horas de la noche, y casi siempre con un ojo morado, o alguna que otra herida en el rostro. Que hacía cuando se iba, nadie lo sabía, y nadie quería preguntarle tampoco. Jade solo se quedaba en casa cuidando de su madre, la cual estaba bastante cansada por el embarazo

Nueve meses después, nació Marie Anne, la más pequeña de la familia. Pero cuando la madre dio a luz, tuvo unas severas complicaciones, y entregó su vida por la de su pequeña hija. La bebe llevó el nombre de su madre como un eterno recordatorio de que fue querida, y los tres restantes se dedicaron a cuidar a la infante. Paul, quedó muy deprimido luego de la muerte de su esposa, y frecuentaba los bares por las noches. Jade, tuvo en cambio algo muy diferente. Triste por la pérdida de su madre, solía frecuentar la habitación de esta, tocando sus ropas, y objetos personales, para tratar de tenerla a su lado, pero nada. Su madre se había ido y era hora de aceptarlo.

La pequeña Marie Anne cumplía siete años, entonces la familia decidió ir a festejar a un restaurant. Esa noche, no sabían que iban a quedar más traumados de lo que podían ya estar. Esa noche, ladrones entraron a robar en medio de la cena, generando un arduo tirote [/size]o entre policía y ladrones. Un tiroteo que dio una bala perdida, la cual fue a parar al pequeño cuerpo de la cumpleañera. No hubo remedio. Por más que intentaron, no pudieron salvarla. Fue una experiencia terrible, y su padre no logró componerse luego del accidente. Se volvió loco, mucho. No quedando otra solución más que internarlo en un loquero. Jade y Charles quedaron devastados, su lazo entonces se volvió más fuerte.

Charles se fue del pais en busca de paz, y Jade se quedo para tratar de seguir con su vida. Sin embargo, las cosas se complican cuando comienza a notar síntomas extraños en su cuerpo. Su padre permanece en el manicomio, y no suele visitarlo, porque a Jade le aterra verlo. La soledad, el fantasma de la muerte y terminar como su padre la acosan día a día. Necesita una solución a sus problemas, pero no encuentra que demonios hacer.